Las dinámicas de nuestra época parecen conducirnos irremediablemente hacia la constitución de una nueva realidad social, global, interconectada. La economía se ha globalizado, la cultura se ha globalizado, los medios de comunicación y de transporte se han globalizado, los flujos migratorios se han globalizado, las amenazas y los retos se han globalizado, en fin, casi todos los procesos sociales de mayor relevancia están adquiriendo carácter global.
Sin embargo, los instrumentos políticos para gestionar el mundo de hoy no han seguido el mismo ritmo. Esto ha supuesto un déficit de gobernanza que dificulta resolver efectivamente muchas de las cuestiones más relevantes para la convivencia humana.
Entre los grandes retos que enfrenta el mundo y que exigen un perspectiva global y holística, sobresale el cambio climático. El siguiente artículo examina la necesidad de una innovación social equiparable a la que supuso la invención del Estado-nación a fin de superar uno de las grandes amenazas de hoy: el calentamiento global.